La verdad tóxica sobre el té
Hay pocas cosas más sanas y tranquilas que tomar un té caliente en una delicada taza de té o de tu taza favorita mientras miras por la ventana para contemplar el paisaje. Si sos como yo, el acto de beber té en sí mismo puede despertar sentimientos de comodidad y confort y empezar a aliviar la ansiedad y el estrés.
Y el té no sólo es bueno para la salud mental; también se ha demostrado que reduce el riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas, Alzheimer y Parkinson, reduce el colesterol y mejora la concentración mental. Pero antes de ir a buscar esa caja de cartón en tu armario, es importante saber que no todo el té se crea igual.
Los peligros ocultos que acechan a algunos tés
Algunos tés convencionales contienen toxinas, entre ellas una llamada epiclorhidrina, que es un plástico que ayuda a que las bolsitas de té no se rompan. En un estudio revisado por expertos y publicado en la revista Environmental Science & Technology, los investigadores descubrieron que al remojar las bolsitas de té de plástico en aguas casi hirvientes se vertían en el agua más de 10.000 millones de microplásticos y nanopartículas de plástico. Otras toxinas que se encuentran habitualmente en el té son el arsénico, el plomo, el cadmio, el endosulfán, el flúor, el plástico PET, los taninos y otros carcinógenos conocidos. Algunas toxinas también pueden aparecer en las bolsas de té de plástico o papel, como el almidón de maíz, el ácido poliláctico (PLA) y el polipropileno.
Dejar de lado el té orgánico en favor del convencional también puede exponerte a pesticidas, carcinógenos, aromatizantes artificiales, metales pesados, moho, toxinas nocivas e incluso OMG de tu té o bolsita de té. La buena noticia es que es posible evitar beber té con toxinas simplemente sabiendo en qué fijarse para descurbir que marcas son seguras para comprar.
Consejos para encontrar té no tóxico
Busca siempre tés no transgénicos y orgánicos certificados. Suelen contener menos toxinas y más antioxidantes que sus homólogos convencionales. Evita los tés con "sabores añadidos", incluidos los "sabores naturales" o los "sabores artificiales", ya que se le permite a las empresas de té ser imprecisas en cuanto a la composición de estos sabores naturales. Y si decidis seguir con el té en bolsita, asegurate de buscar opciones sin plástico, sin cloro y sin epiclorhidrina, por favor…
Muchos tés tienen cafeína por naturaleza, así que si optas por la versión descafeinada, tene en cuenta que primero hay que descafeinarla, y hay diferentes procesos para conseguirlo. Para estar seguro, yo sugeriría evitar el cloruro de metileno y el acetato de etilo. Estos disolventes descafeinadores pueden suponer riesgos para la salud que podes evitar optando por tés descafeinados mediante el proceso de descafeinización con dióxido de carbono. Para conocer el proceso de descafeinado de una marca, consulte su sitio web. O sea… convertite en un consumidor responsable que indaga sobre sus alimentos.
El té más saludable
Hay muchos tipos de té. El té verde, el blanco, el negro y el oolong se elaboran a partir de la misma planta: la Camellia Sinensis. Además, hay tés de hierbas como la menta, el hibisco, el rooibos, el jengibre y la manzanilla. Algunas infusiones, como la de ortiga, pueden ofrecer una cantidad considerable de minerales, pero el té verde y el matcha se llevan la palma en cuanto a los mayores beneficios para la salud.
El té verde se considera uno de los más saludables, ya que se ha relacionado con un menor riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón, cáncer de mama, cáncer de próstata y diabetes. También se ha demostrado que favorece el metabolismo, los huesos, el corazón y reduce el deterioro cognitivo.
Tal vez el único té más saludable que el té verde sea el té matcha, que también se elabora a partir de la hoja de té verde; la diferencia estriba en cómo se cosechan y procesan. El té matcha es más rico en clorofila y aminoácidos, y el resultado es una taza de té matcha que contiene aproximadamente tres veces más antioxidantes que el té verde.
La mejor manera de beber el té
El té verde es más saludable cuando se bebe solo, sin azúcar ni leche añadida (de origen vegetal o no). Me parece que uno se acostumbra al sabor terroso y llega a disfrutarlo e incluso a desearlo.
Preparar el té a granel es más sostenible desde el punto de vista medioambiental que utilizar bolsas de té y bolsitas, y además permite evitar la ingesta de compuestos plásticos que alteran el sistema endocrino. Incluso el uso de bolsas de té de papel no es un método infalible para evitar la ingesta de epiclorhidrina, ya que pueden estar recubiertas de este carcinógeno. Si no le gusta la idea de deshacerse de las bolsas de té, busque las fabricadas con papel no blanqueado que no contengan epiclorhidrina.
Si no bebes té todos los días, te sugiero que lo conviertas en un ritual. Ya sea que reemplaces tu taza de café por la mañana con un té matcha o tomes un té de hierbas de lavanda relajante antes de acostarte, no hay nada como calentar una tetera y disfrutar de los efectos calmantes y cálidos de tu bebida, sabiendo que estás haciendo algo bueno para tu cuerpo y tu mente.