Alimentación antiinflamatoria

Alimentación antiinflamatoria

Los secretos para combatir la inflamación son hacer ejercicio, no estresarse, dormir bien, estar en contacto con la naturaleza y seguir una dieta antiinflamatoria.

Explicar en qué consiste la inflamación es sencillo: todos recordamos el enrojecimiento, calor e hinchazón que acompañan a un buen golpe o una herida. Eso es una inflamación aguda. En términos médicos, es la respuesta a una agresión, ya sea una infección, una herida o una sustancia tóxica. Nuestro sistema inmunitario la pone en marcha para frenar el avance del daño y, en una segunda fase, restaurar el tejido y eliminar los residuos. Este proceso se extingue en días o meses y suele estar más o menos localizado.

Pero también existe una inflamación crónica, de la que no nos damos cuenta y que es la madre de enfermedades como el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, entre otras. Cuando la inflamación persiste en el tiempo más allá de lo necesario y deja de responder al propósito reparador, se vuelve destructiva.

La inflamación de bajo grado mantenida en el tiempo acorta la esperanza de vida, acelera el envejecimiento y promueve enfermedades degenerativas como diabetes, depresión, deterioro cognitivo, osteoporosis, pérdida de masa muscular, fibromialgia, enfermedades cardiovasculares, enfermedad renal y cáncer.

Esta inflamación crónica es un proceso mucho más complejo que acaba convirtiéndose en una disfunción en sí misma y labra el terreno para la aparición de enfermedades crónicas como diabetes, osteoporosis, enfermedades cardiovasculares, fibromialgia o cáncer. Se convierte en una amenaza silenciosa, ya que no es tan evidente como la aguda.

Los síntomas de la inflamación crónica son engañosos y difusos, y pueden afectar a varios tejidos a la vez.

Los secretos para combatir la inflamación son hacer ejercicio, no estresarse, dormir bien, estar en contacto con la naturaleza y seguir una dieta antiinflamatoria.

CÓMO REDUCIR LA INFLAMACIÓN DE FORMA NATURAL

Reducir la inflamación no es tan difícil cómo parece y podemos conseguirlo de forma natural cambiando algunos pequeños hábitos.

  1.  EJERCICIO FÍSICO

Una actividad física moderada, placentera y adecuada a las necesidades de cada persona tiene un efecto antiinflamatorio e inmunoestimulante. Es decir que estimula tus defensas de forma natural. El músculo activado se comporta como una glándula que libera en la sangre sustancias antiinflamatorias y frena la producción de células grasas.

  1. NO TE ESTRESES

Practica actividades como la meditación, la relajación, el yoga, recibir masajes … Hay muchas actividades que te ayudan a reducir el estrés y conectar contigo mismo en profundidad, puedes elegir la que mejor se adapte a tu personalidad y a tu estilo de vida.

También es eficaz pasear por un parque o junto al mar y respirar conscientemente. Y siempre que puedas sonríe y abraza.

  1. DUERME BIEN

Levantarnos descansados es reflejo de un sueño reparador. Un adecuado patrón de sueño protege de la inflamación a través de la melatonina, hormona que se segrega durante el sueño en oscuridad y que modula la inflamación y la oxidación. Para no inhibirla, evita el trabajo ante pantallas antes de dormir, la luz durante la noche y la exposición a microondas procedentes de teléfonos móviles, inalámbricos y redes wifi.

  1. ACUDE A LA NATURALEZA

El contacto con las plantas y los entornos naturales regula los ciclos neurohormonales. Un paseo por el bosque, por ejemplo, provoca cambios fisiológicos con efectos antiinflamatorios, sedantes e inmunoestimulantes.

Haz un hueco en tu rutina para conectar con la naturaleza, tu cuerpo te lo agradecerá.

  1. LLEVA UNA DIETA ANTIINFLAMATORIA

Algunos alimentos promueven la inflamación, mientras que otros la inhiben. Conviene llevar una dieta antiinflamatoria. En general, conviene no abusar de las carnes y productos procesados. Acostumbrarse a tomar platos basados en vegetales es una buena opción.

Los secretos para combatir la inflamación son hacer ejercicio, no estresarse, dormir bien, estar en contacto con la naturaleza y seguir una dieta antiinflamatoria.

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