Vivir con propósito: no es un destino, es una forma de caminar
Hay una pregunta que todas, en algún momento, nos hacemos en silencio: ¿para qué estoy acá?
Y no, no es una pregunta grandilocuente, es una invitación a volver a lo esencial. Porque no se trata de encontrar “el propósito” como quien encuentra un tesoro escondido, sino de reconocernos en aquello que ya somos, de recordar ese camino que resuena con nuestra verdad, aunque a veces lo olvidemos entre las listas de pendientes y los días que pasan sin pausa.
Este viaje hacia un propósito tiene más de retorno que de conquista. Y, como decía Heidegger, no se trata de escapar del mundo, sino de estar-en-el-mundo, con presencia, con intención, con una mirada que abrace nuestra humanidad en su totalidad.
7 claves para reconectar con tu propósito (sin exigencia, sin prisa)
Sé coherente con vos misma
No es hacer por hacer. Es hacer porque te hace sentido. Porque está alineado con tus valores, no con la validación externa. La coherencia es una forma de autocuidado.
El propósito no es solo para gurús
No hace falta tener una empresa multimillonaria ni un podcast de mil reproducciones. Tu propósito puede ser criar a tus hijos con conciencia, cocinar con amor, escribir con alma, sanar con ternura. Nada es demasiado pequeño si viene del corazón.
Todo puede cambiar (¡y está bien!)
Lo que sos hoy no define lo que vas a ser mañana. Las cosas no son, están siendo. Permitite actualizar tu mapa interno. A veces, cambiar de rumbo no es perderse: es empezar a encontrarte.
Tu existencia es un proyecto en marcha
No sos un bloque de mármol esperando que alguien lo esculpa. Sos creadora de tu camino, arquitecta de tus días. Podés ensayar, ajustar, volver a empezar.
La clave no está en el tiempo, sino en tu decisión
Vivir con propósito no es una carrera de velocidad. Es una práctica de presencia. Cada decisión consciente que tomás, cada límite que ponés, cada “no” que te libera, es parte de ese propósito.
No hay fórmula, pero sí señales
Lo que te enciende, lo que te emociona, lo que te da ganas de compartir aunque nadie lo entienda… eso es pista. Escuchá el cuerpo, prestá atención al entusiasmo. Lo que vibra con vos, no miente.
Lo extraordinario no es lo perfecto, es lo auténtico
No esperes sentirte lista para empezar. Empezá desde donde estás, con lo que tenés. La vida no espera que seas una superheroína. Solo te pide que seas vos, con todo lo que eso implica: tus luces, tus sombras, tus pausas, tus ganas.
Algunas preguntas para sembrar propósito
¿Qué me da paz cuando lo hago?
¿En qué momentos pierdo la noción del tiempo?
¿Qué temas me emocionan más de lo que puedo explicar?
¿Qué haria aunque nadie me mirara?
¿Qué parte de mí necesita que le diga “sí, te veo”?
️ No viniste a esta vida solo a sobrevivirla
Viniste a habitarla, a sentirla, a elegirla. Y cada día es una oportunidad para ser más vos, para caminar en dirección a lo que te sostiene. No esperes a tenerlo todo claro: empezá con lo que ya sabés.
Y si hoy no lo sabés, quedate cerca del silencio. Porque a veces, el propósito no se grita. Se susurra.
¿Querés que te acompañe en este camino? Escribime. Juntas, podemos diseñar un estilo de vida que te sostenga desde el deseo y no desde la exigencia.
Te leo
Fabi