¿Transformar el estrés con la comida?
Cuando pensamos en la gestión del estrés, a menudo pensamos en tomar una clase de yoga o agendar un masaje. En otras palabras, en poner algo MÁS en nuestra agenda... ja!.
Comes todos los días, ¿no? Quizá estés comiendo o bebiendo algo ahora mismo.
Si elegís los alimentos adecuados, podés transformar tu respuesta al estrés con cero tiempo extra.
No estoy hablando de cambios sutiles. Estoy hablando de una transformación seria.
Dejá el Rivotril/ Xanax y prestá atención a esto .
Por naturaleza soy una persona bastante intensa. Estoy convencida de que la mayoría de las mujeres autosuficientes lo somos.
Tenemos estándares altos. Nos presionamos a nosotras mismas, por no hablar de la presión que nos imponen nuestros trabajos, nuestras familias y nuestra cultura. (Hay que seguir entrando en esos jeans, ¿verdad? )
El estrés se manifiesta de diferentes maneras. Para mí es ansiedad e insomnio. Para otras puede ser el aumento de peso y la presión arterial alta. Para todo el mundo es una sensación de infelicidad general .
Cambiá tu alimentación y estos problemas empezarán a desaparecer. Aquí te cuento cómo...
- 1. Comé más proteínas y grasas
El objetivo es equilibrar el azúcar en sangre. No hay nada que deletree S-T-R-E-S-S más rápido que una subida y una bajada de azúcar en la sangre igualmente rápida. Asegurate de que cada una de tus comidas incluya una fuente importante de proteínas (las infaltables legumbres, tofu) y grasas saludables de origen natural. La grasa no engorda, pero el estrés sí. No te quedes corta con las paltas.
- 2. Hacete fan de la alimentación basada en plantas, y sobre todo incluí muuucho verde
Esto puede sonar un poco raro, pero el color verde de las verduras como el kale, las espinacas, y porque no la radicheta, proviene de la clorofila. Recordá esa clase de biología de la secundaria. Se vuelve verde cuando la planta absorbe la luz del sol, ¿verdad? Así que cuando comas estas verduras, pensá que estás consumiendo la energía edificante del sol. Se siente bien. Y es increíblemente bueno para vos.
- 3. Decile sí al chocolate
El chocolate tiene un alto contenido de magnesio, que es un mineral que tu cuerpo necesita para relajarse. Adelante, ¿verdad? Pero asegúrate de elegir un chocolate de alta calidad. Elegi algo con al menos un 70% ( 80% mejor) de cacao o cacao puro.
- 4. Apostá por la salud intestinal
Los alimentos fermentados son conocidos por ayudar a la digestión a través de la actividad probiótica. Pero la mejora de la flora intestinal también ayuda al estado de ánimo y a la función inmunitaria. ¿Qué quiero decir con esto? Comprá kimchi. O chucrut. O zanahorias con jengibre. Incorpora miso y salsa de soja sin fermentar. Los alimentos tradicionalmente fermentados nunca tendrán vinagre en la lista de ingredientes.
- 5. Reducí el azúcar procesado
El azúcar procesado puede ser un contribuyente significativo a la ansiedad y la depresión. También es un factor clave en el estrés. No sólo desequilibra el azúcar en la sangre, sino que provoca una reacción en el cerebro similar a la de la cocaína. Tampoco deberías consumir cocaína o alcohol si queres aliviar el estrés ️. ¿es de sentido común, no?
- 6. Reducí la cafeína y la mateína
No, no Tenés que dejarla. Pero por cada gota de café y mate que sustituyas por un té de hierbas (o cualquier otra cosa, que no tenga azúcar) disminuís la respuesta al estrés en tu cuerpo. La cafeína y la mateína te provocan un subidón de adrenalina en tu cuerpo y... prestame atención, si has llevado una vida estresada durante algún tiempo, lo último que necesitan tus glándulas suprarrenales es más castigo. Así que si normalmente tomas 3 tazas, toma 2. Si normalmente tomas 3 veces por día mate , toma una sola vez. No te quedes sin tu mate o café de una, o me odiarás. Hace el desacostumbramiento de a poco. Lo ideal seria reducirlo a lo minimo posible
Es difícil medir la felicidad, pero si te comprometes durante unas semanas, notarás una gran diferencia. Serás capaz de gestionar más y rendir más. Dormirás mejor, sonreirás más fácilmente y te preguntarás por qué no empezaste antes.
