¿Te preocupa tener un envejecimiento saludable?
¿Sabes si vas por buen camino?
Todos queremos una vida plena, queremos años de calidad en nuestras vidas, con energía vital. Es fundamental que revisemos nuestros hábitos actuales para evitar los que nos alejan de nuestro objetivo e incorporar prácticas sustentadoras de la buena salud. Cierto es, que existe una predisposición genética que influye en nuestra biología, la cual podemos modificar con nuestras rutinas diarias a nuestro favor. Algunas circunstancias y enfermedades provocan que el cuerpo se debilite y se envejezca, por dentro y por fuera, antes de lo esperado cronológicamente. Es por ello que debemos ser amorosos con nosotros mismos para generar las reservas que necesitamos para llegar a nuestros años dorados plenos, sin desgaste.
Qué influye en el envejecimiento
Las células envejecen debido a los siguientes factores externos, según el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas:
Fallos genéticos acumulados: a lo largo de la vida se van generando nuevas células. En este proceso se pueden producir pequeños errores, a medida que pasan los años se van acumulando estos fallos. Influye la exposición a tóxicos, químicos, radiación, contaminación...
Genes desprogramados: existen ciertas proteínas que actúan como "interruptores" y se encienden o apagan influyendo directamente en el envejecimiento. Los hábitos de vida, la exposición solar, el medioambiente...
Cromosomas desgastados: Los telómeros están en los extremos de los cromosomas y contienen información clave. El tiempo puede desgastar estas puntas lo que influye en un envejecimiento acelerado. El exceso de ingesta de azúcar influye en su desgaste.
Oxidación: las células producen sustancias de desecho llamadas radicales libres que son altamente oxidantes. Para eliminarlos necesitamos antioxidantes, de lo contrario se acumulan. Comer demasiadas grasas trans y la obesidad influyen en este proceso.
¿Cómo nos podemos cuidar?
- Evitá las calorías "vacías": azúcar, gaseosas, bollería, panificados industriales...
- Reducí tu consumo de alcohol
- No ingieras las grasas "trans"
- Limitá el exceso de sal
- Reeduca tu paladar para disfrutar de los sabores naturales
- Descansá: dormí 8 o más horas
- Decile no a el sedentarismo
- No le des tregua al exceso de peso
- Olvidate del cigarrillo
- Exponete al sol en horarios saludables.