En algún momento de tu vida, vos o alguien que conoces probablemente ha probado una dieta de moda. Al igual que nos bombardean constantemente con entrenamientos de moda (¡hola, Zumba y spinning!), lo mismo ocurre con las dietas.
En la década de 1990, las principales modas incluían todo lo bajo en grasa y la muy popular Dieta de la Zona. A principios de la década de 2000, las tendencias de las dietas estaban por todas partes, desde la moda de las 100 calorías, la del pomelo, la luna y la dieta Atkins (ahora se llama Keto), respaldada por los famosos. También hubo una época en la que las comidas congeladas en porciones eran el camino a seguir. Más recientemente, hemos visto modas como las detox a base de jugos, Paleo y la Keto reciben cantidades significativas tanto de elogios como de críticas.
No es de extrañar que haya tanta gente confundida: ¡es difícil darle sentido a todo! Pero es por eso que es tan importante entender que no hay una dieta única para todos.
Es por ello que insisto en el concepto de bio-individualidad, lo que significa que todos somos únicos y reconocer y honrar nuestra singularidad es la clave para la salud y la felicidad. En pocas palabras, lo que funciona para una de nosotras puede no funcionar para otra.
Tal vez ya te hayas dado cuenta de que tus necesidades y preferencias alimentarias son diferentes a las de algunas de tus amigas o familiares. Tal vez te sientas con más energía cuando tomas un desayuno ligero y un almuerzo abundante y lleno de proteínas. Tal vez hayas probado a hacerte vegana, pero al cabo de unas semanas te has dado cuenta de que tu energía es escasa y de que no dormís tan profundamente como antes. Tal vez te sorprendas intentando evitar ciertos alimentos sólo porque tu mejor amiga no los come. Recordá que tu cuerpo es el único que tenés, por lo que es fundamental consumir los nutrientes adecuados que te hagan funcionar de manera óptima.
Con todo esto te quiero recordar que no hay una única forma de comer sano. "La comida de una persona es el veneno de otra". Es muy cierto: la mejor persona para saber qué es lo mejor para vos, sos... ¡VOS!
Tené en cuenta que la bioindividualidad se relaciona con la alimentación primaria -relaciones, trabajo, actividad física y espiritualidad- tanto como con los alimentos que comes.
- Relaciones: Todos necesitamos dar y recibir amor, por eso es tan importante fomentar relaciones significativas con nuestras parejas, hermanos, padres, amigos, compañeros de trabajo, etc. Mantener relaciones sanas y sólidas te ayudará a vivir una vida larga y feliz.
- Trabajo: Demasiados de nosotros nos sentimos atrapados en nuestros trabajos actuales. Puede que te levantes todos los días con miedo a ir a la oficina o que sólo estés en ella por el sueldo. En cualquier caso, encontrar un trabajo que te llene es esencial para sentirse realizado tanto mental como emocionalmente. ¡Hace lo que te gusta y ama lo que haces!
- Actividad física: Activarte es bueno para el cuerpo. Ya sea corriendo, nadando, boxeando o en clases de entrenamiento funcional, ¡Sali y movete! Una vez más, se trata de encontrar qué formas de ejercicio funcionan para tu cuerpo y comprometerte con ese movimiento unas cuantas veces a la semana.
- Espiritualidad: La espiritualidad no significa sólo asistir a servicios religiosos. Aunque la religión forma parte de ella para algunos, la espiritualidad puede dar sentido a tu vida de diferentes maneras. Proba a meditar a diario, hacer yoga, salir a caminar o conectar con la naturaleza.
Aunque te resulte difícil dejar de lado las dietas de moda y las tendencias populares, seguí tu instinto y comprobá qué es lo que mejor te funciona.
¿Qué te hace sentir sana y feliz? Compartilo en los comentarios de abajo.