Hoy en día las curas de la vesícula biliar (también llamadas limpiezas hepáticas) tienen una gran notoriedad en los ámbitos de Internet y hay muchas páginas que alaban sus maravillosos efectos. Aunque como muchas otras cosas, no es oro todo lo que reluce.
El cuidado y la desintoxicación hepática son muy populares en los ámbitos naturistas. De hecho, es una de las opciones terapéuticas más ampliamente utilizadas.
Todas consisten en tomar aceite de oliva, jugo de limón, de manzana o de pomelo y algún suplemento de sales de potasio, o de magnesio. Se dice que tras la cura se eliminan los cálculos biliares. Nada más lejos de la realidad.
Se ha comprobado que esos cálculos eliminados en las heces no contienen colesterol, bilirrubina, ni calcio y que están formados básicamente por ácidos grasos.
La explicación es que las lipasas gástricas actúan sobre los triglicéridos presentes en el aceite de oliva ingerido, hecho que junto con el jugo de limón y las sales de potasio hace que se formen unas piedras de jabón verduzcas. Esto explica por qué si repites la cura una y otra vez, vuelves a expulsar más “piedras”.
Para defender la veracidad de esas limpiezas hepáticas bastaría con una ecografía de la vesícula biliar con cálculos biliares antes de la cura y otra ecografía posterior con la vesícula biliar limpia después de la cura.
No deja de ser curioso que las páginas de Internet que proporcionan esa información, insisten en vendernos el suplemento especial para desintoxicar el hígado.
La visión de la Medicina Biológica
La aproximación holística de la salud nos lleva a entender el organismo como un todo relacionado y para que gocemos de una salud plena, es necesario que todos los órganos del cuerpo funcionen en armonía. El estado de salud es lo más parecido al funcionamiento de un ecosistema en equilibrio.
Desde esa perspectiva no es recomendable estimular a un órgano (en este caso el hígado y la vesícula biliar), sin contemplar al resto.
Hay un viejo dicho que reza “más vale prevenir que curar”, en esta línea yo siempre he defendido que para no necesitar hacernos limpiezas ni purgas, lo mejor es comer alimentos biológicos y evitar los alimentos con pesticidas y los tóxicos, como por ejemplo el alcohol y la cafeína.
Tener unos hábitos de vida saludables nos permite liberarnos de purgas, curas y ayunos. No vale para nada comer comida basura, fumar, beber y periódicamente hacer dos semanas de cura de desintoxicación hepática.
Ofrecemos unas propuestas para las personas que quieren o necesitan hacer una depuración hepática.
Definición
La desintoxicación es el proceso de eliminación de sustancias químicas tóxicas almacenadas en el hígado, que tiene efectos negativos para la salud. Tiene como finalidad mejorar la función hepática.
Puede estar indicada tras el consumo de tabaco, medicamentos, drogas, alcohol, cafeína, metales pesados, pesticidas, herbicidas, excesos alimentarios, etc. También puede ser conveniente en las enfermedades crónicas. Es importante en los pacientes oncológicos.
Los protocolos de limpieza hepática tienen más éxito cuando los cambios en los hábitos de vida se continúan más allá del periodo de tratamiento. Las curas del hígado no sirven para nada si no se hacen cambios permanentes en los hábitos de vida.
La desintoxicación hepática eficaz contempla:
Un cambio de hábitos alimenticios donde además de dejar el azúcar, la cafeína y el alcohol. Incluiremos alimentos biológicos dentro de una dieta básicamente vegetariana, donde además de los cereales incluiremos rabanitos, choucrout, alcaucil, germinados y puré de umeboshi.
Hacer ejercicio diariamente. Su práctica ayuda a eliminar las toxinas almacenadas en la grasa a medida que esta se quema para obtener energía.
Dormir más horas. La movilización y eliminación de las toxinas es físicamente estresante y podemos sentirnos más cansados mientras dura el proceso.
Ayudar al buen funcionamiento de los riñones y los intestinos para que las toxinas eliminadas por la bilis sean correctamente excretadas. Son alimentos esenciales los porotos adukis el arroz integral.
Tomar suplementos es una gran ayuda ya que determinados aminoácidos, vitaminas y plantas medicinales tienen reconocidos efectos protectores del hígado.
Fuente: Dra Elena Corrales